LA DISCUSIÓN COMO FUENTE DE AUTOCONOCIMIENTO
Tenemos un concepto negativo del
discutir a pesar de que es el "deporte" más practicado; tal vez esta
mala prensa sea debido a que no sabemos extraer nada positivo de una discusión,
este hecho forma parte de nuestro analfabetismo emocional y en general de
nuestra ignorancia sobre técnicas de autoconocimiento.
Las discusiones no se
originan de la nada, no ocurren por cualquier motivo, sino casi siempre por
unos determinados temas y con determinadas personas.
Para extraer conocimiento de una
discusión es necesario no juzgar a las personas implicadas, situarse por encima
de quien tiene o no razón y estudiar las emociones en juego. Sólo con estos
tres parámetros podemos llegar a hacer verdaderas tesis doctorales sobre
nuestras discusiones y las de los demás.
Querido lector, te recomiendo que tomes
una libreta o su equivalente digital y te conviertas en un Sherlock Holmes de
las discusiones, te garantizo resultados sorprendentes, podrás aprender
muchísimo autoconocimiento sin necesidad de gastarte dinero en libros y
talleres sobre el tema. Comienza primero observando las discusiones de los
demás, puedes utilizar coloquios televisivos; luego empieza a aplicarlo en tus
propias discusiones generando un observador neutral, puedes hacer la operación
de apuntar a posteriori, no quedaría muy bien interrumpir la discusión para
tomar notas, ¡podría incluso ser la fuente de una nueva discusión!
Si eres constante podrás
aprender muchísimo sobre las cosas que de verdad te molestan, sobre pequeños
traumas no detectados, sobre cesiones de tu identidad a creencias, sobre tus
emociones ... en fin, sobre ti, algo fundamental si quieres sentirte el creador
sabio de tu propia vida.
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