¡REBÉLATE, REVELANDO TU CREATIVIDAD, Y DESARMA LAS PALABRAS!


    Cuando una palabra nos dé miedo lo mejor es redefinirla, en lugar de escondernos de ella. Somos seres creadores, pero muchas veces olvidamos que también podemos aplicar nuestra creatividad a las palabras. Zaherir, herir con las palabras, es la forma más común de agresión, no hemos sido educados para que las palabras malintencionadas no nos hagan daño, pero estamos a tiempo de cambiar esto: no debemos de permitir que las palabras nos hieran, ¡hagámonos los dueños y creadores de sus significados en lugar de luchar contra ellas!

   Querido lector: cuando alguien trate de zaherirte piensa que la carga explosiva está en el significado de las palabras, tú puedes desactivar la bomba verbal haciendo uso de tu poder y derecho creador: cambia el significado y convierte las palabras bala en algo inocuo, incluso en algo bello. La creatividad es nuestro poder más grande y hermoso, con ella se puede trasformar la realidad, hacerla más feliz para nosotros. Desarmar las palabras hirientes es mucho más sabio que responder al atacante con más palabras bala; no conviertas tu vida en una película del oeste, en la que siempre hay víctimas: ¡rebélate, revelando tu creatividad, y desarma las palabras! 


Enseñar a desarmar los insultos debería de ser una materia a tratar en la educación, pues es de vital importancia para mejorar nuestra vida social hacer de los diálogos algo fecundo, algo que propicie encuentros en lugar de desencuentros.




SI TE SIENTES SOLO O ENCERRADO EN TUS PROBLEMAS ¡PONTE A CREAR!


   Cuando estamos creando y disfrutando de hacerlo nos sentimos acompañados por nuestros propio ser, por nuestra propia esencia inmortal; tal vez por eso se haya unido tantas veces el arte a la inmortalidad: crear conscientemente es sentir nuestra inmortalidad, es sentirnos más allá de nuestras limitaciones y dramas.

   Querido lector: si los dramas de la vida te aprietan o la soledad no deseada te muerde, ponte a crear con pasión, inmediatamente te sentirás acompañado y más grande que tus problemas: es la sabiduría de la creatividad.


La creatividad es un don que nos une al bello misterio que somos, y que nos permite expresarlo de mil y una maneras en el mundo de nuestros sentidos: ser humanos es ser creador.




CÓMO LIBRARNOS DEL DOGMA Y DE LOS DOGMÁTICOS


   Dogmatizarnos para ir en contra de un dogma que se interpone en nuestro camino  es un paso obligado en nuestro camino a una vida auténticamente libre y democrática. Es importante no atascarnos en este paso, y darnos cuenta de que combatir el dogma con un dogma contrario es la última trampa del dogmatismo. Para dejar atrás el dogmatismo hemos de comprender que es una fase de nuestra evolución en la que, como en todas las demás, crecemos. Machacar verbalmente a un dogmático no es la mejor forma de relacionarnos con él, y desde luego no es una manera de actuar que respete su evolución. 

  Para librarnos del dogma hemos de descubrir la belleza que esconde como etapa evolutiva, al hacerlo lograremos que los dogmáticos de nuestro alrededor dejen de molestarnos y, por lo tanto, no tendremos la necesidad de provocarlos, rompiendo así el círculo vicioso de dogmatismo y antidogmatismo, que de alguna manera nos mantiene pegados al dogma.


Gracias a los dogmas hemos podido desarrollar nuestras alas de la libertad, sin ellos la libertad hubiese sido solo algo teórico, algo sobre lo que no hubiese merecido la pena luchar. Vivir desde la libertad requiere del esfuerzo de hacer crecer nuestras alas, para después hacer de la resistencia de los dogmas la resistencia del aire que nos permite volar: no se puede volar en el vacío.





DE SER A SER HUMANO: TODO UN ACTO DE VALENTÍA


    Encerramos a parte de nuestro ser en un limitado cuerpo físico aislándolo del resto del universo, luego abrimos en ese cuerpo las ventanas de lo que llamamos sentidos, y al resultado lo llamamos ser humano.

  Querido lector: pasar de ser a ser humano, encerrarnos en el adjetivo para vivir nuestra grandeza desde la pequeñez, es un acto de gran atrevimiento que nos convierte a todos los humanos en valientes. Te invito a que cuando los dramas de tu vida te aprieten recuerdes que eres más que el adjetivo de humano, que tu valentía está probada por el simple hecho de haberte atrevido a vivir la aventura humana y que, por todo ello, siempre eres más grande que tus problemas.


Todo ser humano es un valiente por el mero hecho de nacer, nacer sin saber quién es y dispuesto a asumir las identidades que les prestan los clanes que le acogen y le educan. Partiendo de este reto el ser humano camina tratando de conocerse a sí mismo, de empoderarse desde su vulnerabilidad, de encontrar su propia luz, su propia identidad como ser único: somos héroes, héroes de nuestra propia aventura, a partir de ser conscientes de ello el reto está en disfrutar la aventura de ser humano en plenitud.