EN NUESTRA ESENCIA ESTÁ EL PODER PARA LOGRARLO

  

    Muchas veces queriendo cambiar nuestra vida nos vemos sin fuerzas para hacerlo, cuanto más luchamos contra lo que nos ata a la vida que no deseamos más débiles nos encontramos, la sensación de no poder ganar nos va invadiendo y los obstáculos parecen aumentar de tamaño; los consejos de los demás lejos de ayudarnos nos hacen sentir más inútiles e impotentes, llegándolos a vivir como reproches. Nos sentimos en un pozo sin esperanzas de poder salir.
     ¿Te sientes o te has sentido alguna vez así, querido lector …? ¿Hay alguna persona cercana a ti que esté viviendo algo parecido? En tal caso no te preocupes, hay un camino infalible de salida del pozo para quien desee recorrerlo. Se trata de percatarse que siempre nuestros miedos están ligados a la pérdida de algo importante para nosotros –una especie de muerte- y de darnos cuenta de que lo que consideramos importante siempre deriva de algún tipo de creencia a la que nos atamos. Lo importante es pues algo relativo aunque lo vivamos como absoluto.


     Todo lo que  creamos lleva nuestra esencia, pero la hemos diluido tanto en los estados de necesidad del ego, causados por nuestras creencias y lo que consideramos importante, que hemos perdido su aroma. Para recuperarlo hemos de hacer cómo cuando se prepara la esencia de una flor o planta, hay que destilar, separar lo que es auténticamente nuestro de lo que  no nos pertenece. Examina “tus” pensamientos limitantes, extrae de ellos la parte de ti que los alimenta, tu esencia, y ves juntándola, recuperándola, en un cuenco de cristal para que su transparencia te permita reconocer tu auténtico color. Cuando tengas suficiente como para dejarte embriagar por su aroma, inspíralo… deja que penetre en todo tu ser.  Una vez hecho, ve a tu corazón y pregúntale qué tipo de vida es la que realmente deseas. Cuando hayas escuchado su respuesta ya estarás preparado para crear tus propios pensamientos, serán muy fáciles de reconocer: su penetrante aroma anunciarán tu presencia en ellos, ya no estarán al servicio de la vida que no deseas.
    Como ves, querido lector, el poder para cambiar tu vida siempre te ha acompañado, es tu propia esencia, tan solo hay que destilarla de aquello que no es tuyo.




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