ROMPER EL CORDÓN UMBILICAL QUE NOS ATA AL SENTIDO DEL DEBER
El sentido del deber es función de la
familia y la cultura en la que hayamos nacido, algo pues relativo que nos ata a
aquello de lo que nos hemos alimentado, es como un cordón umbilical que tiene
lógica siempre y cuando permanezcamos en el claustro "materno".
Si queremos salir de ese claustro y vivir
como seres libres, como creadores de nuestra propia existencia, hemos de romper
este cordón umbilical y dejar atrás el sentido del deber para desplegar el
sentido de nuestro propio corazón, éste ha de ser nuestra auténtica guía, una
guía no manipulada ni por la culpa ni por los estados de necesidad. El sentido
del corazón trasciende cualquier valor cultural y familiar, permitiendo al ser
humano la metamorfosis que le lleva de la dependencia de delegar su identidad
en creencias a la libertad de vivir según su propia esencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario