LA DIFERENCIA ENTRE DESEAR Y CREER
Cuando deseamos algo hay posibilidades
tanto de conseguirlo como no; mantener un deseo a toda costa nos puede llevar a
quedar atados, incluso esclavizados a él, muchas corrientes espirituales nos
han avisado de este peligro. Para evitar esto es importante preguntarnos sobre
el origen del deseo correspondiente, si es fruto de los estados de necesidad
del ego nos puede conducir a un auténtico laberinto, tanto si lo conseguimos
como no.
Creer en algo que aspiramos a conseguir es
muy diferente, ya la palabra en sí mismo nos conecta con otra: crear. Por
ejemplo, no es lo mismo desear curarnos que creer en nuestra curación, en este
último caso nuestro compromiso es más profundo, exige poner en juego nuestra
propia esencia.
Sólo creyendo en nuestros sueños podemos
llegar a alcanzarlos, a crearlos en nuestra realidad cotidiana. Creer en
alcanzar un logro implica un verdadero cambio en la estructura de nuestra
mente, mientras que desear puede estar sólo atendiendo a las necesidades de
viejas creencias.
Querido lector, creer en lo que sientes en tu
corazón te sitúa más allá del mundo de los deseos, convirtiéndote en un
auténtico creador de realidades nuevas y frescas. No te contentes simplemente con desear
algo, cree en el poder de tus sueños. Cree para crear, para hacer oír la música de tu corazón en tus creaciones, para reconocerte en tu propia creación, para convertirte en un regalo para la vida ...
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