LA BÁSCULA PESA DRAMAS: UN JUEGO MUY ÚTIL …
Una
cosa es ver dramas en la tele y otra muy distinta enredarse en ellos en nuestra
vida cotidiana. En el primer caso, al ver el espectáculo desde la barrera,
podemos darnos cuenta de cómo las personas interpretamos personajes que poco a
poco se van apoderando de nosotros, siguiendo un guión que nos mantiene atados
al drama: el actor está muy lejos de sentirse el creador de su vida, más bien
la padece, entrando en un laberinto del cual es cada vez más difícil salir.
Querido lector, ¿te suenan estas situaciones laberínticas en las que las culpas
van y vienen, como si estuviésemos jugando una partida de ping pong, buscando
que el otro se quede con la culpa ….?
Fuera
de la pantalla, cuando nuestras emociones dificultan nuestra observación,
cuando estamos más preocupados de que el otro se quede con la culpa que de
entender qué está pasando, nuestra objetividad queda fuera de juego y nuestros
personajes dramáticos se apoderan de nosotros, ya no respondemos sino que
reaccionamos siguiendo viejos papeles, esos que las grandes plumas han descrito
tan bien.
¿Qué
podemos hacer para evitar ser meros personajes de ficción, para sentirnos
creadores del encuentro y no perdernos en el viejo laberinto de los dramas …?
No te desanimes, querido lector, pues poseemos una poderosa herramienta para
salir de las realidades que no nos gustan: nuestra imaginación. Pongámosla en
marcha …
Imagínate
una báscula bajo tus pies que en vez de medir el efecto de la gravedad
terrestre sea capaz de medir tu peso dramático en cada momento. Cuando empieces
una conversación tan solo tienes que ir mirándola de vez en cuando, observando
lo que marca, en el momento en el que veas que sus dígitos comienzan a subir
despliega tu observación sobre lo que estás diciendo o de cómo estás recibiendo
lo que el otro te dice. Mantén a raya tu “peso” para evitar que tus personajes
dramáticos tomen el control. Fíjate cómo cada vez que juzgas el peso se
dispara, incluso cuando juzgas haber juzgado; para evitar esto tienes que tomar
esta experiencia con la báscula como un juego, como algo a disfrutar, para lograrlo
deja libre a tu niño interior.
Será
divertido ver la cara de sorpresa de tu interlocutor cuando repetidamente mires
hacia el suelo buscando lo que registra la báscula, es un juego, ¡disfrútalo!
Los personajes dramáticos no pueden dominarnos si estamos disfrutando, es el
poder de la alegría. Te invito a probar esta mágica báscula, a hacerla tuya
creando variantes del juego. Ya me contarás …
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Divertida manera de descubrir cuándo reaccionamos de forma primaria, sin consciencia, ante las circunstancias. Darnos cuenta de estos automatismos es clave para responder a las situaciones con libertad, reflexionando, pensando, eligiendo. Gracias por tu artículo, Carlos.
ResponderEliminarCarlos, me gusta!, qué manera tan lúdica y divertida, de darnos cuenta de nuestros discos mentales obsesivos... y pararlos.... buena idea de adelgazamiento, jajajaja...
ResponderEliminarPor otra, Carlos, estoy de acuerdo contigo que la sabiduría es cosa de todos, como el escribir, motivo por el que empezé en mi propio blog... Gracias por todo!
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