TRASCENDIENDO EL ENAMORAMIENTO COMO ESTADO DE NECESIDAD
Cuando
nos enamoramos perdemos peso emocional, nos sentimos ligeros, como en
una nube … Ante la persona amada nos desnudamos en todos los
sentidos, nuestras habituales máscaras las vamos retirando poco a
poco, sobre todo si es el primer enamoramiento, de ahí nuestra
sensación de ligereza, es como si de gusanos hubiésemos pasado a
mariposas por arte de la magia del amor. Pero, existe un frío
“pero” que baja la temperatura de la magia, empezamos
paulatinamente a sentir miedo a perder el amor de ese ser que nos ha
dado alas, y como por encantamiento de una bruja mala, fea y con
verrugas, empezamos a ganar peso, nuestras alas comienzan a tener
dificultades para elevarnos, nuestra mirada cambia de dirección y
apunta, sin piedad, hacia los defectos que más nos molestan en el
ser que habíamos divinizado: la Dualidad nos ha situado, como suele
hacer, en el otro polo, en el del desencantamiento de la belleza de
la vida.
Mientras
necesitemos a otra persona para iniciar nuestra metamorfosis a
mariposa, es decir, nuestro pase a seres capaces de desdramatizar la
vida, de disfrutarla desde la ligereza emocional, estaremos sembrando
nuestra dependencia y, por lo tanto, alimentando nuestra futura caída
al suelo de los dramas: el estacazo está asegurado.
Para
evitar todo esto es imprescindible hacer un camino de
autoconocimiento, de conseguir conectar nuestro ego con nuestra
esencia, que es la clave de nuestra ligereza emocional, pues nuestra
esencia no está sometida a las leyes de la Dualidad, que obligan a
nuestra mente a dramatizar nuestra vida. A este proceso lo podemos
llamar el empoderamiento del ego, que básicamente consiste en
reeducarlo en un paradigma que permita conectarlo con nuestro
auténtico corazón, en el cual reside nuestra sensibilidad, hacia
nosotros y hacia los demás, nuestra sabiduría y nuestro poder; con
estos tres dones podemos iniciar nuestra metamorfosis hacia mariposa
sin ser dependientes de nadie. A partir de aquí, enamorarse ya no
será consecuencia de un estado de necesidad del ego: sentirse
ligero, libre de máscaras, desnudo, bello, querido, reconocido como
ser único … todo esto lo habremos ido consiguiendo, al menos en
parte, en nuestro camino personal de empoderamiento; enamorarse
dejará de ser un peligro y se convertirá en una forma maravillosa
de volar, de expresar al mundo nuestra propia luz; además la idea de
enamoramiento ya no sólo será aplicable al deseo de convivir en
armonía con otra persona, sino que será toda una forma mágica de vivir la
vida.
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Si es un camino que tengo que recorrer ,gracias muy sabias palabras
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