NO EXISTE EL PECADO ORIGINAL, SINO CREENCIAS "TERRORISTAS"
Dentro de nosotros hay creencias
"terroristas" que nos sabotean para que no seamos plenamente felices.
Mientras estemos distraídos buscando afuera culpables de nuestra infelicidad,
no podremos atrapar al "terrorista" que llevamos dentro. Son
creencias muy escurridizas, para poder detectarlas y desarmarlas hemos de crear
en nuestra mente un observador sin juicios y disfrutar del proceso de
"caza".
Estas creencias penetraron en nosotros en
la más tierna infancia, sin que tuviésemos posibilidades de filtrarlas, se
anclaron en el trasfondo de nuestra mente y, desde ahí, desfocalizan nuestra
mirada para dificultar que encontremos nuestros horizontes personales de
felicidad. Parte de ellas tienen como fin desvalorizarnos, haciendo que no
sepamos amarnos y respetarnos a nosotros mismos. Como todas estas creencias
están presentes prácticamente en todas las personas nos quedamos sin contraste
para verlas, por eso es necesario hacer un proceso de autoconocimiento y crear
el observador del que hablábamos antes.
¡Cuántas veces hemos creído que fallábamos
nosotros, por no saber que llevamos dentro estas creencias saboteadoras de
nuestra felicidad! Como educadores hemos de ser conscientes de todo esto, si no
queremos que nuestros hijos y alumnos sufran igual que nosotros y sigan
echándose las culpas por algo de lo que no son responsables: no existe el
pecado original, sino creencias terroristas.
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