LAS MENTIRAS: UNA NECESIDAD, DE MOMENTO...

 

    No podemos acabar con las mentiras mientras las necesitemos. Nuestros estados de necesidad mentales, emocionales y físicos hacen de las mentiras algo necesario en determinadas situaciones. Si no empezamos a trabajar sobre nuestros estados de necesidad, desde el punto de vista del crecimiento personal, seguiremos dependiendo de las mentiras, tanto de las que sirven para manipular al otro como de las que tratan de evitar dañar a nuestros seres queridos protegiéndoles de una verdad dolorosa. La mentira no puede ser desplazada de nuestra vida combatiéndola, llevamos milenios intentándolo, sino haciéndola innecesaria a través de nuestro crecimiento personal y social, es decir: trascendiéndola.


              

Si en vez de juzgar a las mentiras y a los mentirosos contemplamos el problema desde una mirada inocente, podremos ver cuáles son las necesidades que nos empujan a mentir, y así iniciar el camino que  nos vaya liberando del Pinocho que vive en todos nosotros.




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