DE LA ESPIRITUALIDAD DENSA A LA INGRÁVIDA
Hay
dos tipos de espiritualidad: la que sigue a una autoridad y la que sigue a
nuestra propia esencia. La primera nos conduce a un mundo interior denso,
profundo en el sentido de grávido, de hundirnos en el mundo de delegar nuestra
identidad en creencias, de perdernos en laberintos de la dualidad, de buscarnos
alejándonos de nosotros mismos. La segunda nos lleva al mundo interior de la
ligereza, de lo ingrávido, de la perspectiva elevada que permite trascender los
laberintos, del respirar el aire puro de sentirnos nosotros mismos, de ver al
otro más allá de sus máscaras, del encuentro con nosotros mismos.
Fuimos educados para la espiritualidad densa,
ahora podemos soltar el lastre de las autoridades y dejar que la sabiduría de
nuestro propio corazón nos eleve a comprensiones sin juicios, a miradas
inocentes, a ver caminos de sabiduría.
Querido
lector, ¿qué te parece soltar el lastre de tu educación espiritual y dejar de
buscar lo que ya eres ... ? Te deseo
feliz despegue, mágicas vistas y grandes descubrimientos.
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