LA SABIDURÍA DE LA SEMILLA, UN CAMINO A SER NOSOTROS MISMOS
En una vida hecha para satisfacer lo que se espera
de nosotros la semilla del sentir nuestra propia identidad aguarda a que le
anunciemos la primavera. Vivir según nuestro sentir se torna difícil, todo parece
en contra, pero cuando a una semilla le llega el momento no se queja de su
pequeñez, poco a poco, brota conquistando su espacio, confiando en su potencial
creador de vida. Al final, su tamaño la hace firme en la tierra y ya nadie la
puede ignorar.
Seamos como la semilla que no renuncia a su
grandeza por el hecho de haber nacido pequeña e indefensa. Nuestra grandeza es
ser nosotros mismos, más allá de los miedos que se opongan a ello.
Vivir
negando nuestra esencia es dejar estéril la semilla que somos. Para evitarlo,
hay que hacer como la naturaleza: preparar lentamente nuestro terreno, hacer
llegar la primavera y empezar a crecer cada día un poco. No tiene sentido
luchar contra los elementos que creemos que nos
impiden ser nosotros mismos o, en sentido contrario, rendirnos ante
nuestro victimismo. Basta dejarnos sentir cada día un poco más, nada en el
universo se puede oponer a que expresemos nuestra esencia, por la sencilla
razón de que ella forma parte creadora de él, no tenemos que pedir permiso a
nadie para ser nosotros mismos,
Las
creencias limitantes intentarán negar nuestra esencia, sólo lo podrán conseguir
si depositamos nuestra identidad en ellas, por eso, quien se conoce a sí mismo,
quien reconoce su verdadera identidad, no sirve a ninguna creencia, aunque las
habite en su pensar y en su interpretación mental del mundo.
Permitir
brotar nuestra semilla es el mejor regalo que podemos hacer al mundo y a la
humanidad. Además, sólo hay una forma de conocernos verdaderamente: dejarnos
brotar.
Querido lector, nada ni nadie puede
impedirte vivir según tu sentir y que dejes de esclavizarte con lo que la
sociedad y los demás esperan de ti. Para lograrlo, tan solo has de sentir en ti
la sabiduría de la semilla, y no dejarte confundir por lo pequeño que tus
creencias te quieran hacer ver. Día a día, con pequeños gestos, empezarás a
aflorar de la tierra de las falsas identidades, camino de expresar quien
realmente eres. ¿Te animas a germinar tu semilla …?
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Siento que lo que aquí leo , es tan importante y tan sencillo a su vez que muchos no lo ven y dejan que esa semilla germine contaminada de deseos ajenos a su propia esencia. Cuando esa pequeña semilla germina , tiene una misión, convertirse en una planta , con sus flores y su frutos. No puede una semilla de manzana , dar un durazno. ES aquí , saliendo de la metáfora en que , nosotros seres humanos, debemos ser fieles a lo que somos, no a lo que los demás , quieren que seamos.
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