¿QUIÉN TEME A UNA PELOTA DE PLAYA ...? Desarmando a nuestras emociones negativas
Cada emoción reprimida es
como una pelota de playa que mantenemos hundida en el agua haciendo un esfuerzo
con nuestras manos, yendo contra el Principio de Arquímedes que la empuja a
flotar. Cuantas más emociones reprimimos mayor es nuestro esfuerzo y más
"manos" debemos dedicar a "sujetarlas"; al final no nos
quedan manos para crear una vida propia y nos limitamos a lamentarnos por
nuestra falta de libertad.
Querido
lector, ¿qué tal ir soltando algunas "pelotas"... liberar tus manos para así sentirte más creador de tu vida ... ? No es necesario que las proyectes sobre
nadie, ni sobre ti mismo, tan sólo deja que su propia naturaleza las haga
flotar hasta la superficie de tu mente consciente y puedas allí reconocerlas.
Después, no las condenes, tan solo juega con ellas como harías con una pelota
de playa. Una emoción juzgada como negativa pierde su poder cuando nuestra
inocencia aprende a jugar con ella ...
¿quién teme a una pelota de playa ...?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario