EL BRONCEADO DE NUESTRA SONRISA: UN PODER A DESCUBRIR
A diferencia de las flores que necesitan de la llamada de la
primavera para manifestar su presencia, nuestra sonrisa no es esclava de
ninguna estación, está siempre disponible, sin límites a su florecimiento. No
hay ninguna razón, pues, para ser avaro con ella, disponemos de su poder para
cualquier situación.
Sonreír, de corazón, nos pone en contacto con nuestra esencia, por eso
precisamente nos sitúa por encima de nuestros problemas y enfermedades. Debido
a su inocencia, a su transparencia, a su falta de ataduras, en definitiva, a su
libertad e independencia de los personajes que solemos interpretar, el poder de
la sonrisa nos suele pasar inadvertido.
¿Qué te parece, querido lector, poner a prueba este poder en los momentos más difíciles del día ...?
Haz de hacerlo más allá de las expectativas, es decir, salvaguardando su
inocencia. Siéntete niño, habita su sabiduría, e ilumina tu entorno con tu
sonrisa ... Puedes practicarlo en el espejo, sería como tomar un baño de sol en
invierno, dejando que sus rayos te hagan sentir el milagro de la vida en tu
cuerpo, claro, que en este caso, el sol sería tu propio corazón... ¿Qué te
parece cada día, después de la ducha, abrirte a tu sonrisa mirándote al espejo
y tomar un baño de tu propio corazón... ? Seguro que a lo largo del día todos
notarían el hermoso bronceado de tu sonrisa.
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Así es, la sonrisa es tan poderosa que nos cura y cura a los que nos rodean.
ResponderEliminarAbrazos de luz