SENTIR PARA SENTIRSE


          Si nos sentimos desde nuestra esencia  trascendemos la mente programada y todos sus territorios: miedos, culpas, juicios, preocupaciones, manipulaciones, futuros hipotecados …  en definitiva, la dualidad que nos divide por fuera y por dentro.
      Trascender no es apartar, por eso para sentirnos en nuestra esencia no es necesario quitarnos al ego de encima; tan sólo hay que estructurarlo con nuevas creencias que no estén sustentadas por la dualidad. Con este nuevo territorio mental nuestros ego adquiere alas, abandona la creación de conflictos y por fin deja de proyectar su identidad en creencias, pudiendo sentirla en nuestro corazón, es el ego empoderado.
      

      Ahora ya, con nuestro ego empoderado, sentir, pensar y actuar se integran y el papel de víctima se queda sin lugar, la vida transcurre sin dramas y explora nuevos horizontes. Comprendemos, ya sin los miedos de la mente, que nuestro verdadero guía es el sentir de nuestro corazón, que el papel de la razón es ser el gran ordenador del pensamiento, pero no su fuente, que la vida, en el fondo, somos nosotros mismos y que, por lo tanto, no tiene sentido temerla.
     Vivir empoderado es sentirse creador de la vida, comprender que nuestra conciencia todo lo puede habitar y que, en definitiva, sentir cualquier cosa es sentirse.
    ¿ Qué te parece, querido lector,  hacer algo cotidiano desde el sentir más profundo, abriendo la puerta a sentirte … convertir tu vida en una expresión total de lo que eres, llenarla de tu esencia y luego … beberla ? 

  
   

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