SALIR DE LA CASA DE NUESTROS PRINCIPIOS




      Nuestra educación no nos ha enseñado a "ver" con los ojos cerrados, y lo que nos ha mostrado con los ojos abiertos ha sido siempre desde su propia luz, sin dejarnos ver desde la nuestra. Por eso la sociedad más tecnificada del mundo es sin embargo la menos científica, puesto que ha fomentado la ceguera a nuestra intuición y sentir y además ha dejado nuestra mirada exterior fijada en unos principios inamovibles, sin darse cuenta que si los principios no evolucionan nos quedamos simplemente en la línea de salida.
      Querido lector, ¿qué te parece superar los principios que recibiste en la escuela y en el hogar?, esto es tan natural como dejar la casa de los padres cuando alcanzamos determinada edad. ¿Y qué me dices de aprender a "ver" con los ojos cerrados, más allá de las creencias limitantes que sobre el mundo interior recibieras ...? ¡Venga anímate, ya tienes edad, sal de la casa de tus principios!

La mejor forma de honrar la  "Casa de Nuestros Principios" es salir agradecidos de ella y emprender nuestro propio camino de autoconocimiento, que nos llevará a elaborar nuevos principios que desvelarán  nuevos horizontes a los que caminar, aprendiendo así en cada paso de la sabiduría de nuestro propio corazón, que es el principio de todos los principios.
  

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